Mar Solís nos explicó su trabajo que parte del dibujo y se expande en la escultura, la escenografía y las instalaciones. Uno de los objetivos es acercar el lenguaje plástico al público tratando la escultura como un espacio que explora y comunica muchos aspectos presentes en la arquitectura.
Dirigió la clase organizando con los caballetes en 2 círculos formando un espacio continuos al unirlos formando un "ocho". Empezamos a "jugar" con la sombra proyectada sobre el papel, capturando con el carboncillo los contornos del cuerpo. Surgen las veladuras y las superposiciones de trazos, la línea expresa el movimiento y mediante las superposiciones también la profundidad.
Evitamos el ensimismamiento al cambiar de posición y finalmente cada círculo debe definir -mediante el acuerdo- la técnica por la que se introduce el color y colonizamos el espacio.
