viernes, 28 de octubre de 2016

Paul Klee y el color

Paul Klee (1879-1940) es un  artista fundamental del siglo XX. Su teoría del color es un sistema que organiza la totalidad de los colores a partir de sus valores de pureza y tonalidad. Con ello ordena el espacio en la pintura. Otros aspectos psicológicos y simbólicos se expresan mediante las cualidades del punto, la linea, las superficies y los sólidos. El punto es un elemento pasivo (sin movimiento) la linea es activa (con movimiento). Los contornos de lineas cerrados tiene un carácter intermedio (medial) entre el movimiento y el reposo. Las superficies coloreadas se obtienen por acumulación de lineas que van adquiriendo un carácter pasivo, aunque en conjunto y según su forma (flecha) pueden activarse.


Los colores provienen de la naturaleza y están representados en el arco iris. Entre ambos extremos del magenta se desarrollan el rojo, el azul y el amarillo, que son los colores principales y describen un movimiento pendular. Entre ellos aparecen por mezcla los secundarios: verde, naranja y magenta. Inspirado en el pintor E. Delacroix, P. Klee los relaciona mediante un triangulo situando en los vértices los 3 primarios (rojo, amarillo, azul) y en los lados los 3 secundarios (naranja, verde,magenta). Las relaciones se mejoran a partir del círculo cromático de W. Goethe. P. Klee asocia el color al movimiento dentro de la pintura al igual que en el circulo cromático. Podemos movernos alrededor del círculo pasando con las mezclas de un color a otro (mov. perimetral). Podemos utilizar diámetros buscando relaciones de contraste y simultaneidad ( mov. diametral) o podemos buscar relaciones sin pasar por el centro ( mov. secantes), con pares de colores característicos. Todo esto permite situar objetos en el espacio y situarlos mediante las relaciones entre colores. Con esto se explican las mezclas, pero no los efectos del claroscuro ni los grises, es decir la incidencia de la luz.



Para ello P. Klee, utiliza una esfera de color similar a la Otto Runge. En el centro de la esfera está el gris, equidistante de todos los colores y mezcla de todos ellos. La claridad total es el blanco que se sitúa en el polo norte. La oscuridad total es el negro que se sitúa en el polo sur. Los movimientos vistos en el círculo se aplican en las tres dimensiones en la esfera consiguiendo un orden total y armónico.


Al igual que en la música, los colores actúan al unísono, como en un canon de tres voces. En el punto álgido, el rojo, se va desvaneciendo  hacia el azul a medida que este aumenta. En el punto álgido del azul aparece silenciosamente el amarillo hasta su plenitud en el declive del rojo. Lo mismo ocurre con los colores secundarios y esto en cualquier paralelo (valor cuantitativo) o cualquier meridiano (valor tonal).

Para nosotros es importante experimentar con el color. No se trata de seguir leyes, debemos probar y descubrir relaciones y armonías que nos ayudaran a ordenar y dar "vida" al espacio arquitectónico.


Con relaciones de contraste como el cuadro de R. Delanuay. De tonalidad o musicales como los cuadrados "mágicos" o de repetición o "dividuales" como los cuadros de P. Klee, en los que el color, la luz y la linea actúan al "unísono" de la idea que se quiere transmitir.